Muchas veces me he preguntado, ¿cuándo es suficiente?
Sea cual sea la situación…
Pasan hechos que tal vez no coincidan mucho con la manera de
ser, pensar y/o actuar de cada cual… sin embargo los aceptamos y somos flexibles;
porque como bien decía una profesora que tuve “Nuca seas adaptado, sé adaptable”
y bueno, ponemos de “nuestra parte”… pero, ¿en qué punto cedemos demasiado y
dejamos de lado nuestras propias creencias para estar “tranquilo/a” o bien “llevar
la fiesta en paz” ante tales situaciones?
Varias veces me he encontrado ante situaciones en las que yo
misma me sorprendo de cómo es que llegué hasta ahí e intento recordar en qué
preciso momento decidí dejar de lado lo que pensaba o sentía por confort o
simplemente no nadar contra corriente.
Quizás lo que más me irrita de esto es pensar que siempre
estuve consciente de lo que estaba haciendo y yo misma lo estaba permitiendo, sin
embargo… ¿por qué si se está consciente se sigue en la misma posición?
¿Qué hace falta para decir…”YA es suficiente”?